La respiración del texto.
La coma, el punto y coma, el punto y el punto y aparte son signos que le permiten respirar al texto. También son un descanso para el lector.
La coma señala una pausa en la lectura, una pausa menor que el punto y coma y que el punto.
El punto y coma es una pausa mayor que la coma. El punto indica una pausa mayor todavía.
Cuando llegamos a un punto y aparte, podemos levantar la vista y rebobinar internamente lo que acabamos de leer. La función principal del punto y aparte es dividir al texto en párrafos, en bloques de oraciones. ¿Para qué dividir el texto? Para ayudar al lector a avanzar gradualmente, a organizar en su cabeza la información que va recibiendo.
Los dos puntos forman una pausa que indica que aparece algo a continuación.
Las comillas se usan para destacar palabras o frases.
El texto que sigue es un fragmento de una nota autobiográfica del escritor argentino Rodolfo Walsh. Es un texto sin respiro, se le han eliminado estos signos de puntuación. Te invitamos a reescribirlo colocando los signos en su lugar.
Recordá que las oraciones siempre comienzan con mayúscula y terminan con un punto.
Nota autobiográfica*
me llaman Rodolfo Walsh cuando era chico ese nombre no terminaba de convencerme pensaba que no me serviría por ejemplo para ser presidente de la república mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados y eso me gustó nací en Choele-Choel que quiere decir corazón de palo me ha sido reprochado por varias mujeres mi vocación se despertó tempranamente a los ocho años decidí ser aviador por una de esas confusiones el que la cumplió fue mi hermano supongo que a partir de ahí quedé sin vocación y tuve muchos oficios el más espectacular limpiador de ventanas el más humillante lavacopas el más burgués comerciante de antigüedades el más secreto criptógrafo en Cuba mi padre era mayordomo de estancia tuvo tercer grado pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico hablaba con los caballos uno lo mató en 1945 y otro nos dejó como única herencia tengo una hermana monja y dos hijas laicas mi madre vivió en medio de cosas que no amaba el campo la pobreza en su implacable resistencia resultó ser más valerosa y durable que mi padre el mayor disgusto que le causo es no haber terminado mi profesorado en letras
*En Lafforgue Jorge. Textos de y sobre Rodolfo Walsh. Buenos Aires, 2000. Alianza Editorial.